El libro SI SI CICLOMBIA ya lo pueden conseguir en su versión digital. Representa la importancia de la bicicleta y el ciclismo para toda Colombia desde las perspectivas de empleo, economía, seguridad, patrimonio, cultura, medio ambiente y muchas más. El título me recuerda a la famosa melodía de “Sí, Sí, Coloooooombia – SI, SI, Cariiiibe”: la maravillosa canción “Colombia Caribe” del compositor Francisco Zumaque y que es más conocida como el himno de la Selección de Fútbol de Colombia.

Al igual que el fútbol y el deporte, la bicicleta no es chiste, y más vale que la gente se la tome más enserio; (i) porque en el futuro habrán más de cincuenta millones de bicicletas y simpatizantes en Colombia; (ii) porque tenemos el potencial para llegar a cien millones de bicicletas en nuestra Nación (dos por habitante); y (iii) porque los biciusuarios seguirán aumentando bárbaramente en nuestro país y en el mundo entero.

Después de casi una década de trabajo legislativo a favor de la cicla – tiempo durante el cual algunos me tildaban de raro por dedicarle tanto esfuerzo a esta y otras iniciativas en ese entonces innovadoras – la gente, las empresas y los políticos se están dando cuenta de cuán importante fue, es y será…

Con la pandemia del COVID-19 nos cambió la vida a muchísimos; fallecieron mi padre, tía, abuela y tantas personas cercanas y queridas; se generaron estragos no solo de salud pública, sino también en lo financiero; el mundo entero se vió forzado a reevaluar la manera cómo funcionaban las relaciones comerciales, logísticas, la política y toda la economía; y para rematar los desmadres de la pandemia, también empezó la guerra de Ucrania y se disparó el dólar estadounidense… decidí terminar de escribir este libro, cambiar de estilo de vida, no lanzarme de nuevo al Senado, explorar nuevos horizontes y retomar otros sueños mientras todavía me queda vida y energía para hacerlo. Por ser tan personal, desearía entonces que este texto lo lean solo entusiastas de la movilidad y el deporte y amigos y familia a quienes les interese más Andres Felipe como profesional, persona y ser humano

Fueron muchos los logros y las satisfacciones de dedicarme a causas importantes y novedosas como la bicicleta o la lotocracia – las cuales se consideraban inconvenientes o demasiado innovadoras – pero donde logré generar conciencia y que fuerzas fundamentales se pusieran en marcha para cambiar el status quo, como lo fueron: (1) que en 2016 hiciera el primer debate y propuesta para la regulación de plataformas tecnológicas (cuando muchos ni siquiera conocían aplicaciones como Uber) y que el debate haya resultado en abrir el diálogo, desescalar la violencia por parte de turbas y que todas las plataformas, incluyendo Netflix, empezaran a pagar IVA; (2) que en 2018 generara revuelo la entrevista sobre las tensiones entre Colombia y Venezuela y que hubiera sido yo el primer legislador ese año en jugármela toda por los derechos humanos de los migrantes para evitar que siguiera escalando el riesgo de un conflicto bélico, salvar miles de vidas y fortalecer la economía formal de nuestro país al lograr que se redujera la entonces creciente xenofobia y aporofobia, derrotar con argumentos a quienes irresponsablemente proponían una guerra entre ambas naciones, y que se hubieran producido posteriormente numerosos esfuerzos en defensa a menores de edad hijos de migrantes y otorgar permisos de trabajo necesarios; (3) que luché durante más de seís años hasta que tuvieramos una ley a favor de personas con dificultades de aprendizaje o neurodivergentes, por ejemplo con dislexia, déficit de atención o aspergers entre muchas otras; (4) haber sacado adelante el día nacional para honrar la memoria de víctimas del COVID-19 o la ley pro bici y muchas más… Aprendí a moverme con prudencia y en equipo generando cambios sistémicos tal como encontrarán en el libro SÍ SÍ CICLOMBIA: donde solo queda la satisfacción personal de haber trabajado y haber corrido riesgos necesarios para cambiar la manera de cómo pensamos en nuestro país.

Aclaro que no todo ha sido “cuesta abajo” ni puras alegrías. Me encontré con numerosas derrotas en relación a causas en las que creo fuertemente, como lo es el sueño de un Estado eficaz, eficiente, austero, 100% transparente, innovador y que se apoye en el análisis de datos para su toma de decisiones. Fuertes son las críticas de los opositores por ejemplo de la lotocracia, así nadie se acuerde que también me criticaban sin clemencia cuando proponía que desde el Congreso usáramos Periscope y Youtube para transmitir las sesiones en vivo y en directo. Ahora ya no me encuentro en el Senado y ojalá otras personas y congresistas electos que se animen a seguir con estas iniciativas, como lo son la implementación conjunta del voto presencial y el voto digital y a distancia para que voten más personas voluntariamente, y que algún día las exigencias, los resultados y los salarios del sector público compitan exitosamente con los del sector privado.

Estoy contento y satisfecho de todo el tiempo que le serví y me entregué a la comunidad y aquí pueden encontrar un resumen de algunas de las iniciativas más memorables; todo mi agradecimiento a los amigos, conocidos, familiares y electores que decidieron confiar en mí, en nuestro equipo y nuestro movimiento. Los años 2020, 2021 y 2022 fueron tiempos difíciles y de muchos cambios para todos, mi trabajo desde el Congreso había llegado a su fin después de la pandemia y tomé la dura decisión de explorar nuevas aguas en búsqueda de “océanos azules” como los descritos en el libro “La Estrategia del Oceano Azul” (Mauborgne y Chan Kim, 2005).

A mis treinta y nueve años, con las lesiones que tengo encima, no retomaré algunos sueños que sacrifiqué a cambio de servirle a la comunidad desde el Congreso casi una década (ser ciclista, músico o baterista como una vez imaginé en mi juventud), y decido en mi madurez escribir, dedicarle tiempo valioso a viejas amistades, asentarme, cultivar una relación que ojalá lleve a hacer mi propio hogar, conocer nuevos horizontes y explorar nuevas iniciativas.

SÍ SÍ CICLOMBIA trata sobre nuestro país, la relación íntima con la bicicleta y el ciclismo, y la importancia de declararlos patrimonio cultural e inmaterial de la Nación. Todo esto y mucho más en el libro. Ojalá se animen a comprarlo y leerlo en este y varios nuevos caminos que estaré explorando en mi vida… siempre estaré a su servicio aunque ya no me encuentre en el Senado de la República de Colombia… a todos muchas gracias y recuerden… #PensemosDiferente

 

 

Andrés Felipe García Zuccardi

Enero 2023

El libro SI SI CICLOMBIA ya lo pueden conseguir en su versión digital. Representa la importancia de la bicicleta y el ciclismo para toda Colombia desde las perspectivas de empleo, economía, seguridad, patrimonio, cultura, medio ambiente y muchas más. El título me recuerda a la famosa melodía de “Sí, Sí, Coloooooombia – SI, SI, Cariiiibe”: la maravillosa canción “Colombia Caribe” del compositor Francisco Zumaque y que es más conocida como el himno de la Selección de Fútbol de Colombia.

Al igual que el fútbol y el deporte, la bicicleta no es chiste, y más vale que la gente se la tome más enserio; (i) porque en el futuro habrán más de cincuenta millones de bicicletas y simpatizantes en Colombia; (ii) porque tenemos el potencial para llegar a cien millones de bicicletas en nuestra Nación (dos por habitante); y (iii) porque los biciusuarios seguirán aumentando bárbaramente en nuestro país y en el mundo entero.

Después de casi una década de trabajo legislativo a favor de la cicla – tiempo durante el cual algunos me tildaban de raro por dedicarle tanto esfuerzo a esta y otras iniciativas en ese entonces innovadoras – la gente, las empresas y los políticos se están dando cuenta de cuán importante fue, es y será…

Con la pandemia del COVID-19 nos cambió la vida a muchísimos; fallecieron mi padre, tía, abuela y tantas personas cercanas y queridas; se generaron estragos no solo de salud pública, sino también en lo financiero; el mundo entero se vió forzado a reevaluar la manera cómo funcionaban las relaciones comerciales, logísticas, la política y toda la economía; y para rematar los desmadres de la pandemia, también empezó la guerra de Ucrania y se disparó el dólar estadounidense… decidí terminar de escribir este libro, cambiar de estilo de vida, no lanzarme de nuevo al Senado, explorar nuevos horizontes y retomar otros sueños mientras todavía me queda vida y energía para hacerlo. Por ser tan personal, desearía entonces que este texto lo lean solo entusiastas de la movilidad y el deporte y amigos y familia a quienes les interese más Andres Felipe como profesional, persona y ser humano

Fueron muchos los logros y las satisfacciones de dedicarme a causas importantes y novedosas como la bicicleta o la lotocracia – las cuales se consideraban inconvenientes o demasiado innovadoras – pero donde logré generar conciencia y que fuerzas fundamentales se pusieran en marcha para cambiar el status quo, como lo fueron: (1) que en 2016 hiciera el primer debate y propuesta para la regulación de plataformas tecnológicas (cuando muchos ni siquiera conocían aplicaciones como Uber) y que el debate haya resultado en abrir el diálogo, desescalar la violencia por parte de turbas y que todas las plataformas, incluyendo Netflix, empezaran a pagar IVA; (2) que en 2018 generara revuelo la entrevista sobre las tensiones entre Colombia y Venezuela y que hubiera sido yo el primer legislador ese año en jugármela toda por los derechos humanos de los migrantes para evitar que siguiera escalando el riesgo de un conflicto bélico, salvar miles de vidas y fortalecer la economía formal de nuestro país al lograr que se redujera la entonces creciente xenofobia y aporofobia, derrotar con argumentos a quienes irresponsablemente proponían una guerra entre ambas naciones, y que se hubieran producido posteriormente numerosos esfuerzos en defensa a menores de edad hijos de migrantes y otorgar permisos de trabajo necesarios; (3) que luché durante más de seís años hasta que tuvieramos una ley a favor de personas con dificultades de aprendizaje o neurodivergentes, por ejemplo con dislexia, déficit de atención o aspergers entre muchas otras; (4) haber sacado adelante el día nacional para honrar la memoria de víctimas del COVID-19 o la ley pro bici y muchas más… Aprendí a moverme con prudencia y en equipo generando cambios sistémicos tal como encontrarán en el libro SÍ SÍ CICLOMBIA: donde solo queda la satisfacción personal de haber trabajado y haber corrido riesgos necesarios para cambiar la manera de cómo pensamos en nuestro país.

Aclaro que no todo ha sido “cuesta abajo” ni puras alegrías. Me encontré con numerosas derrotas en relación a causas en las que creo fuertemente, como lo es el sueño de un Estado eficaz, eficiente, austero, 100% transparente, innovador y que se apoye en el análisis de datos para su toma de decisiones. Fuertes son las críticas de los opositores por ejemplo de la lotocracia, así nadie se acuerde que también me criticaban sin clemencia cuando proponía que desde el Congreso usáramos Periscope y Youtube para transmitir las sesiones en vivo y en directo. Ahora ya no me encuentro en el Senado y ojalá otras personas y congresistas electos que se animen a seguir con estas iniciativas, como lo son la implementación conjunta del voto presencial y el voto digital y a distancia para que voten más personas voluntariamente, y que algún día las exigencias, los resultados y los salarios del sector público compitan exitosamente con los del sector privado.

Estoy contento y satisfecho de todo el tiempo que le serví y me entregué a la comunidad y aquí pueden encontrar un resumen de algunas de las iniciativas más memorables; todo mi agradecimiento a los amigos, conocidos, familiares y electores que decidieron confiar en mí, en nuestro equipo y nuestro movimiento. Los años 2020, 2021 y 2022 fueron tiempos difíciles y de muchos cambios para todos, mi trabajo desde el Congreso había llegado a su fin después de la pandemia y tomé la dura decisión de explorar nuevas aguas en búsqueda de “océanos azules” como los descritos en el libro “La Estrategia del Oceano Azul” (Mauborgne y Chan Kim, 2005).

A mis treinta y nueve años, con las lesiones que tengo encima, no retomaré algunos sueños que sacrifiqué a cambio de servirle a la comunidad desde el Congreso casi una década (ser ciclista, músico o baterista como una vez imaginé en mi juventud), y decido en mi madurez escribir, dedicarle tiempo valioso a viejas amistades, asentarme, cultivar una relación que ojalá lleve a hacer mi propio hogar, conocer nuevos horizontes y explorar nuevas iniciativas.

SÍ SÍ CICLOMBIA trata sobre nuestro país, la relación íntima con la bicicleta y el ciclismo, y la importancia de declararlos patrimonio cultural e inmaterial de la Nación. Todo esto y mucho más en el libro. Ojalá se animen a comprarlo y leerlo en este y varios nuevos caminos que estaré explorando en mi vida… siempre estaré a su servicio aunque ya no me encuentre en el Senado de la República de Colombia… a todos muchas gracias y recuerden… #PensemosDiferente

 

 

Andrés Felipe García Zuccardi

Enero 2023

Resumen Trabajo Legislativo 2014-2022

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